Y nos cortaron el gas.
Hace unos años cuando se anuncio con bombos y platillos que se construiría un gaseoducto, desde nuestro trasandino vecino, el cual solucionaría nuestra problemática energética, no me pareció la mejor decisión, sin más argumentos para esto que el solo presentimiento de que nuestro par en la negociación no se ha caracterizado por ser el idóneo.
Actualmente, noviembre del 2006 hemos sufrido un aviso de lo que esta dependencia puede generar, políticos rasgándose las vestiduras, ideas de mil tipos surgiendo como soluciones y la esperanza de encontrar una forma de lograr la independencia energética.
Actualmente el gobierno desea quitar las medidas de protección al agro nacional, en bien de una sana competencia, lo que traerá como resultado una entrada de trigo, principalmente argentino a menor precio, lo que más tarde que temprano significara la disminución paulatina de la producción nacional, hasta llegar al punto de una dependencia de este y otras materias primas.
Países como Francia y USA clasificados como economías ejemplos en cuanto al libre mercado continúan con su política de protección a la producción nacional de materias primas, a través de subvenciones y gravámenes a las importaciones.
Señores gobernantes, propongo que aprendamos de estas potencias a cuidar la economía nacional desde la base, ya que si continuamos con esta avanzada pro importación y no en el desarrollo de la industria y agro nacional lograremos que un día, no muy lejano, nuestros queridos vecinos argentinos nos manejen con el agua cortada.